Por Alejandro Carrasco

He tenido la oportunidad de disfrutar del Festival del Terror en Six Flags México desde su primera edición, en 2012, y desde entonces hasta ahora, que se realiza la cuarta, ha tenido muchos cambios.

Quiero primero comentarles que la primera edición ha sido inigualable, no sólo por ser la primera y tener la emoción de qué nos encontraríamos en este festival, sino porque en el día de la presentación a medios cayó el Diluvio Universal, lo que le añadió más realismo al evento, casi en 4D.

Había lluvia, truenos y en las atracciones del bosque el agua nos llegaba hasta los tobillos. Incluso, recuerdo un payaso arriba de un contenedor, que traía un hacha, y su grito de horror fue enmarcado entre los truenos. Todo el staff estaba comprometido, entregado a su papel y fue una experiencia espeluznantemente buena.

Y aunque las demás ediciones no han tenido este plus, han ido mejorando en otras cosas. En la presentación a medios de este año (checa aquí el video), pude constatar cómo han evolucionado las zonas de espanto abiertas (Pueblos Vaquero y Suizo y Villa Hollywood). Han invertido en tematizar y preparar las áreas donde los visitantes disfrutamos corriendo, gritando y emocionándonos con los  clásicos: “no veo nada” y “algo hay ahí”, y agradecemos que ya no sólo tengamos personajes con sierras correteando (si, es divertido, pero en ediciones anteriores después de 3, ya era de: “ya chole”). Lo que han hecho ahora se agradece y resulta divertido tener diversos personajes en esas zonas, como payasos, una novia, beisbolistas, presos, bailarinas, etcétera.

Hay que resaltar también el trabajo de maquillaje, pues sin éste el impacto de todos los seres de ultratumba no sería el mismo.

Las casas de terror, que ahora son 9, también han mejorado, no sólo en número, sino también en tematización: se nota que el parque ha aprendido a hacerlo y se supera cada vez más.

De las 8 casas que tuve oportunidad de conocer, ya que la de Freaky Dolls ya la conocía pues es la que está permanente en el parque, en general todas fueron mejoradas en su tematización, pero las que más disfruté fue:

–Rituales: a pesar de tener relativamente pocos actores, se sentía un ambient
e mágico terrorífico desde el olor, ya que se percibían aromas a hierbas, henequén, velas, etcétera, lo que transporta al visitante al lugar donde se hacen los rituales. En esta casa, literal, se huele el miedo.

–Witches: sin duda alguna, la tematización en el bosque y que los actores se camuflan le da un toque singular. Además, el bosque es uno de los ambientes natos del terror.

–Asylum: sin duda la gran sorpresa. Personalmente, creo que para esta atracción se inspiraron en la serie American Horror Story, y lo lograron fabulosamente.  Aunque también creo que esa atracción mejoraría  aún más si no tuviera tanto ruido ambiental y sólo tuviera  el que producen los personajes con gritos y lamentos.

Algunas casas fueron anunciadas como mejoradas o renovadas, caso de Carnicería Butcher (con una nueva zona de congelados) y Rancho Texas, pero considero que la tematización de esas casas fue desaprovechada. Esperaba un poco más.

Las que me parecieron que no cambiaron mucho y continuaron la misma línea de años anteriores fueron Monster Circus y Zombie Salvation, aunque claro así siempre les han funcionado. Y  a pesar del cambio de nombre y edificio, no me pareció que haya muchas sorpresas en Terror en París, aunque celebro que hayan dejado el detalle de las paredes inflables de Ornitofobia.  

Lo no tan bueno y que creo que es una buena área de oportunidad para el parque es el show en el Teatro Chino (Historias de Terror), pues aunque tiene sus momentos, en realidad le falta más vistosidad y profundidad a la historia. Alguien debe mejorar en el departamento creativo, si el show será el que se presentará cada noche en el parque, definitivamente tienen que mejorarlo.

En general, el Festiva del Terror me parece que, como en años anteriores, llenará el parque y los visitantes agradecerán, como cada año, que el parque brinde una temporada de sustos, terror, miedos y buenos momentos.

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