Por Verónica Olvera

Millones de personas han oído hablar de Disneyland y saben que es considerado como “El Lugar Más Feliz de la Tierra”, donde cada detalle está hecho para provocar magia y cada uno de sus empleados hace hasta lo imposible para provocar sonrisas.

¿Pero conoces Dismaland? De principio, el nombre sonaría a que es un parque primo del de Disney, pero no. En realidad, es todo lo contrario, pues parece ser una versión retorcida del primero: aquí lo único que hay es desolación, tristeza y decadencia. Es más, bien podría ser llamado “El Lugar Más Desolado del Mundo”, y lo mejor (¿o peor?) es que la gente está encantada con él, al grado de hacer largas filas para entrar o hasta tirar el servidor porque hay una saturación para comprar boletos vía internet.

Nace la desolación

Si existe el bien, existe el mal. Si hay luz, hay oscuridad. Tal vez basándose en esta lógica el reconocido y provocador artista británico Banksy tuvo una idea, para muchos, brillante: crear, de acuerdo con él sin pretenderlo, la antítesis de Disneyland.

Este parque temático, o parque del desconcierto como lo definió Banksy, está ubicado en la ciudad de Weston-super-Mare, Reino Unido, y abrió sus puertas el pasado 29 de agosto y desde entonces ha sido un éxito. La mala noticia es que en la página oficial del lugar se anuncia que sólo estará abierto por 5 semanas, pues cerrará el 27 de septiembre.

“Es un experimento para ofrecer algo menos tradicional que el parque de diversiones promedio. Por algunas razones, se le ha llamado ‘torcido’, pero yo nunca lo he llamado así. Simplemente construimos una atracción familiar que reconoce la desigualdad y una catástrofe inminente.

“Yo diría que los parques de diversiones son los que ignoran estas cosas y ellos son los ‘torcidos’. La ubicación fue fácil de encontrar. Yo venía aquí cada verano durante los primeros 17 años de mi vida”, dijo Banksy en una entrevista que se encuentra en la página oficial del parque.

¿Arte macabro?

Pero hay que aclarar que este lugar más allá de tener una similitud con un parque de diversiones, en realidad es un sitio de arte, donde las mayores atracciones son un castillo que se cae a pedazos, una Cenicienta accidentada y fotografiada por paparazzi, un estanque de aguas turbias con barcas repletas de inmigrantes ilegales y adornadas con un camión hidrante junto a una versión distorsionada de La Sirenita.

De hecho, el lugar tiene 18 sitios para visitar, entre ellos galerías, el Castillo de Cenicienta, cine, área de juegos y hasta un espacio para hacer un picnic, todo por sólo 5 libras si se compran las entradas en línea o 3 si se adquieren en la entrada.

“No tengo ningún problema con Disney. No soy hipster, por lo que no pienso que algo sea malo o simplemente vacío porque es popular. La marca Dismaland no es acerca de Disney, es un entorno que dice: ‘Ok. Aceptamos que al hacer arte nos pone en el foco de la atención de la industria del entretenimiento y trataremos de comprometernos a ese nivel’, pero para la izquierda.

“Algunas cosas de Disney son buenas. La secuencia de Let it Go es brillante. El ‘viaje’ entre el principio y el final de tres minutos es puro oro cinematográfico”, explicó Banksy, quien además de ser un artista del grafiti, también en un activista político, pintor y director de cine.

Dismaland, que obtuvo su nombre al jugar con el significado de la palabra inglesa dismal (deprimente), ofrece una postal desoladora; de hecho, el  negro, el marrón y el gris mugriento con esporádicas manchas de rojo son los colores que predominan a lo largo de sus instalaciones que están construidas en unos 10 mil metros cuadrados de superficie.

Personal entrenado para ser infeliz

Contrario a lo que usualmente se le enseña al personal que trabaja en un parque de diversiones, como sonreír siempre al visitante, tener una forma de trato amable y ser muy feliz, en Dismaland la gente contratada recibió un entrenamiento pero ¡para ser miserable!

El experto en actuación Pat Welsh pasó cuatro días entrenando a 100 personas para que fueran deprimentes y distantes con la gente, todo para que estuvieran ad hoc con la visión de este parque. Incluso, se les enseñó cómo ser inútiles y poco serviciales con los visitantes, publicó el portal ITV News.

El sitio expone que las personas no sabían que iban a trabajar en Dismaland, pues se le dijo que iban a ser extras en una película, y no fue sino hasta el final que descubrieron que iban a trabajar dentro de la exhibición de Banksy.

“Fue un tanto duro tener que enseñar a alguien a actuar inexpresivo, a no reírse y no sobreactuar, después de todo los empleados estaban ahí para añadir su participación a la experiencia deprimente en general, pero no para eclipsar a las obras de arte de la exhibición.

“Una vez que los empleados estuvieron en el lugar, pronto adoptaron el concepto y la respuesta a su actuar negativo ha sido muy positiva”, indicó Welsh

Fervor por lo sombrío

Cuando surgió la idea de Dismaland, nadie sabía qué impacto iba a tener, por supuesto al ser una obra de Banksy ya había una garantía, pero desde que abrió se ha convertido en todo un suceso que ha conquistado a muchos, como se puede leer en algunos comentarios en inglés en la red social de Instagram.

oscar_finn: @catbrooky ahora este es el tipo de lugares que me gusta

sarahcrimson: @cj.49 Se ve increíble!!! Deberíamos llevar a los niños. Un artista rehízo Disney pero de una forma distorsionada. Quiero ir!

Ahora sólo falta ver si el éxito de Dismaland hace que el parque siga abierto al público o si cerrará en el tiempo que se anunció para realmente demostrar a todos que en este lugar “la magia sí termina”.